La minería es, sin duda, el rubro económico que puede “mover la aguja” en la evolución de la inversión privada en Perú. Sin embargo, las últimas proyecciones respecto a su evolución son negativas en el corto plazo.
Este 2023 la inversión minera caería 16% y 7% en el 2024, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). El Banco Central de Reserva del Perú (BCR) es aún más pesimista: caería 18.9% en 2023 y 8.7% el próximo año.
Si bien el MEF apunta a la falta de grandes proyectos luego de Quellaveco como la causa, especialistas explican a Gestión que la razón de fondo es la pérdida del atractivo peruano para la exploración minera.
Hoy, solo el 0.25% del territorio nacional es utilizado para estas actividades, de acuerdo al Ministerio de Energía y Minas (Minem). Para salir de la senda negativa, ello tendría que cambiar próximamente.
Panorama
La cartera de exploración minera 2023 está conformada por 74 proyectos con una inversión total de US$ 596 millones, según reportó el Minem en marzo.
Esta clase de iniciativas tienen tres etapas: evaluación del Instrumento de Gestión Ambiental (IGA), evaluación de autorización de exploración y próximos a ejecutarse o en ejecución. En esta última fase, según informó el ministerio a Gestión, actualmente hay 39 proyectos.
Dentro de los más relevantes, se encuentra Suyawi (cobre) y Coloso (oro), que conjuntamente representan una inversión superior a US$ 27 millones (ver gráfico).
En 2022 la inversión en exploración minera ascendió a US$ 428 millones, 27.6% superior a lo registrado en 2021 (US$ 336 millones).
A pesar de ello, la meta del 2023 es menor: US$ 390 millones, según indicó el Minem a este diario. Al cierre del primer semestre todavía se estaba debajo de la mitad del objetivo con US$ 188 millones.
Para Miguel Cardozo, director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, la causa detrás es evidente: Perú ha perdido “market share” respecto al mundo en este campo minero. “En los últimos 6 años la inversión mundial en exploración minera ha crecido 65%. En Perú, solo 5%”, sostiene.
Ahora, lo que asegura el también presidente de PERUMIN 36, no ha ocurrido con la región. En 2022, Latinoamérica recaudó US$ 3,621 millones de actividades exploratorias mineras, el 25.1% mundial, según el Minem. Le siguieron Canadá (20.6%) y Australia (17.8%).
Sin embargo, ello no se estaría reflejando en Perú, donde la inestabilidad política espantó el interés, según Gonzalo Tamayo, extitular del Minem.
“Hemos perdido competitividad por incapacidad gubernamental y conflictos sociales. Tuvimos gobiernos con manejos inadecuados. Por ejemplo, con (Martín) Vizcarra se dio el primer gran bloqueo de Las Bambas, que duró más de 45 días”, explica el también socio de Macroconsult.
Tamayo recuerda igualmente los resultados del último “Índice de atractivo para inversiones” del Instituto Fraser, donde si bien Perú subió al puesto 34 de 62 en total, aún se mantiene lejos de su mejor posición histórica. En 2018, estuvo en la posición 14 de 83 jurisdicciones.
Coincidentemente 2018 es el año récord para las inversiones de exploración minera peruanas con US$ 431 millones desembolsados, según el propio Minem.
Incentivos
Para fomentar la exploración minera, el Minem está adoptando medidas como prorrogar la vigencia de la ley 27623. “Dispone la devolución del Impuesto General a las Ventas (IGV) e Impuesto de Promoción Municipal a los titulares de la actividad minera durante la exploración por 5 años”, señala el viceministerio de Minas a Gestión.
Sin embargo, Cardozo considera que el gobierno podría hacer más. Por ejemplo, acelerar los permisos de exploración minera de tipo brownfield, es decir, aquellos que se realizan en áreas donde hubo minería antes.
“Debería ser más sencillo aprobarlos porque son zonas que ya cuentan con estudios de impacto ambiental e inspecciones previas. No pueden tardar años”, resalta. De toda la cartera del 2023, solo 17 proyectos de exploración son brownfield. Sin embargo, algunos como Algamarca (Cajamarca) y El Porvenir (Pasco) esperan autorización desde el 2019, luego de aprobarse su IGA.
Al respecto, el Minem indica a este diario que la normativa ambiental minera da facilidades para estos proyectos. “Pueden, a través del Informe Técnico Sustentatorio, obtener la certificación ambiental para confirmar reservas. Así se facilita su desarrollo”, señalan.
Para Cardozo, el Minem también podría revisar el D.S 042-2017, que oficializa el reglamento ambiental para la exploración minera.
”Establece el silencio administrativo negativo, es decir, los plazos del proceso no se cumplen. También que las empresas deben hacer una consulta previa a comunidades indígenas, pero cómo darán explicaciones del impacto si al inicio no se tiene información de los minerales del terreno”, critica el presidente del IIMP.
Tamayo cree que, más allá de las propuestas, este panorama adverso se pudo evitar. ”Nadie esperaba que haya otro Quellaveco en los próximos años. No por algo malo, sino por cerrar un ciclo alto de inversiones. Estamos fallando en el otro bloque de la inversión: descubrir nuevos yacimientos”, cuestiona.
Fuente: Gestión