Asimismo, el vicepresidente del IIMP espera que los conflictos sociales en los últimos años no bloqueen el desarrollo de los proyectos mineros.
JuanCarlos Ortiz, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), destacó recientemente el firme compromiso del sector minero con la transparencia y la gestión responsable de los recursos naturales.
En la columna “Semáforo Minero” del IIMP, Ortiz subrayó que este compromiso se traduce en acciones concretas, como el otorgamiento del Certificado Azul a Antamina por parte de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), resaltando el papel crucial de la empresa en el desarrollo sostenible y responsable de los recursos naturales.
Cabe señalar que el proyecto de Antamina fortaleció la infraestructura hídrica en su campamento minero. Para ello, instaló flujómetros y válvulas reguladoras de presión en la red de agua potable, lo que llevó a una reducción del 11.5% en el consumo de agua, demostrando un enfoque proactivo hacia la gestión eficiente de este recurso vital.
Además, el panorama de inversiones muestra signos de recuperación, tal como el de la compañía Gold Fields anunciando su participación en la expansión de Chakana Cooper. De esta manera, se impulsará el desarrollo del proyecto Soledad, rico en cobre, oro y plata de alta ley, proyectando ingresos significativos para Chakana.
Sin embargo, Ortiz da a conocer que, pese a los avances, el sector minero enfrenta desafíos importantes. De acuerdo con el 33° Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú (OCM), se espera que el 2023 sea testigo del ciclo más intenso de conflictos sociales en los últimos 7 años, con más de 220 casos, la mayoría relacionados con la actividad minera.
El vicepresidente advierte sobre la necesidad de abordar estas preocupaciones y tensiones para garantizar un desarrollo sostenible y armonioso.
Finalmente, aunque la industria minera celebra reconocimientos y atrae inversiones, es esencial no perder de vista los desafíos que enfrenta. Ortiz destaca la importancia de encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del entorno social y ambiental para asegurar un futuro sostenible para la minería en el Perú.