Ordenar los gastos mensuales, desde lo principal hasta lo secundario, brinda estabilidad financiera y tranquilidad.
Organizar el pago de las deudas es una práctica que trae consecuencias positivas, como la estabilidad y la tranquilidad financiera, la mejora del historial crediticio, el nulo o menor cobro de intereses, entre otras. Empezar a hacerlo depende de voluntad, disciplina y paciencia.
Hugo Zavala, coordinador de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), indica que el primer paso es ordenar los egresos desde lo principal hasta lo secundario, siendo lo primordial vivienda, alimentos, estudios, salud, traslados y servicios básicos. “El 30 % de los ingresos, como máximo, se debe destinar a gastos no esenciales; es decir, los relacionados con el ocio y estilo de vida, como viajes, cenas, entretenimiento y demás”, explica.
Asimismo, el experto aconseja no adquirir más deudas, ya sea en forma de crédito o adelantos de sueldo, sin antes haber cancelado la existente. El objetivo de estas dos medidas es no llegar a una situación de impagos y al sobreendeudamiento, cuyos efectos podrían afectar la salud mental y financiera de una persona.
Cuando hay deudas, lo ideal es contar con un ingreso adicional para cubrirlas. Sin embargo, si esto no es posible, el coordinador de la UTP señala que es preciso que la persona endeudada comience por disminuir algunos gastos fijos del hogar o personales, priorizando el consumo mínimo para la satisfacción de sus necesidades. “Además, evitar diversiones individuales o familiares, la compra de bienes superfluos, entre otros”, recomienda.
En el caso de que la persona cuente con ingresos adicionales como gratificaciones, bonos, CTS, entre otros, debe optar por cancelar la deuda existente o la capital, y pedir una reprogramación de pagos con el nuevo saldo, según Hugo Zavala.
Para evitar caer nuevamente en deudas, se debe ahorrar cada mes, como mínimo, un 20 % del sueldo, adquirir algún bien con los ahorros acumulados y realizar diversiones con efectivo o cuando se cuente con saldos disponibles, de acuerdo con el coordinador de la UTP.
Cabe recordar que las principales causas del endeudamiento son la mala administración, el hacer un mayor gasto que los ingresos y la falta de priorización en los egresos. “Evitar las deudas y empezar a reestructurar el presupuesto brindará tranquilidad, destinar liquidez para los gastos principales y proyectar actividades familiares o la compra de algún bien con los ahorros acumulados”, asegura.