Las universidades no solo forman profesionales, también moldean sociedades. Son fábricas de ideas, centros de pensamiento crítico y motores de cambio. Desde la investigación hasta la innovación tecnológica, desde la cultura hasta el desarrollo sostenible, el rol de la educación superior ha evolucionado: ya no se limita a las aulas, sino que se extiende a cada rincón donde el conocimiento puede transformar realidades.
“Ya no basta con ofrecer clases. Hoy, las instituciones educativas superiores estamos llamadas a generar impacto a través de la tecnología, la investigación, la innovación y el compromiso social. Obras públicas, monumentos históricos digitalizados, registros estadísticos, consultorías jurídicas y reportes económicos son solo algunos ejemplos del aporte que podemos hacer a la sociedad, sumado a los miles profesionales que año a año integramos al desarrollo del Perú”, señala Patricia Stuart, rectora de la Universidad de Lima.
En el marco de su 63 aniversario, la Universidad de Lima reafirma su compromiso con el país a través de una serie de iniciativas de alto valor público. Además de haber formado a más de 63 000 profesionales graduados a lo largo de su historia, la Universidad pone al servicio de la sociedad una serie de acciones orientadas a apoyar a personas e instituciones que necesiten tomar decisiones informadas, acceder a servicios esenciales o comprender mejor su entorno.
1. Preservando el patrimonio cultural
La historia de una ciudad también se cuenta mediante sus espacios. Gracias al trabajo conjunto entre la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lima, Prolima y el Ministerio de Educación, es posible recorrer virtualmente algunos de los rincones más emblemáticos del Centro Histórico de Lima, como el cementerio Presbítero Maestro, el Palacio Municipal, la plaza Dos de Mayo y colegios emblemáticos de la ciudad.
Estas joyas arquitectónicas han sido registradas en modelos tridimensionales de alta precisión, con el uso de escáneres láser, drones, cámaras fotogramétricas y softwares de reconstrucción virtual. El resultado no solo es una herramienta de conservación frente a desastres naturales o cambios urbanos, sino también una forma de hacer accesible nuestro legado cultural a cualquier persona, desde cualquier lugar. Los modelos digitales permiten que estudiantes, investigadores y ciudadanos exploren, conozcan y valoren estos espacios históricos para acercar la memoria colectiva a nuevas generaciones.
2. Datos económicos que empoderan
En un contexto donde el acceso a datos confiables es clave para tomar buenas decisiones, el Observatorio Económico, Financiero y Social de la Universidad de Lima elabora reportes periódicos que permiten entender la coyuntura nacional e internacional y están a disposición de la sociedad a través de su página web. Actualmente, cuenta con más de 55 informes de acceso público generados en los últimos cuatro años.
Entre sus principales publicaciones se encuentran análisis macroeconómicos, informes mensuales y trimestrales sobre el sistema financiero, microfinanciero y de bienestar social. Estos documentos abordan indicadores clave como el crecimiento del PBI, la evolución del empleo, la inflación, el tipo de cambio y el acceso de la población a servicios esenciales, como agua, saneamiento, infraestructura, educación y salud.
Sin embargo, el impacto no queda solo en el análisis. A través del proyecto Microfin Hub Perú, desarrollado junto con la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (España), se capacitó a 48 mujeres emprendedoras en gestión de negocios, presupuesto y financiamiento. La iniciativa buscó promover el acceso a microcréditos formales y contó con el respaldo de entidades como la SBS, ASOMIF y cajas municipales.
3. Consultorías jurídica y psicológica
En San Juan de Miraflores, la Universidad de Lima viene desarrollando una labor social significativa a través del Programa de Educación Básica Laboral (PEBAL) – La Inmaculada, una obra impulsada por la Compañía de Jesús desde 1978. Esta iniciativa fue creada con el propósito de brindar apoyo integral a las poblaciones vulnerables de la urbanización Pamplona Alta y zonas aledañas, mediante servicios educativos, de salud, psicológicos, legales y de proyección social.
El consultorio jurídico brinda asistencia legal gratuita a personas de bajos recursos, permitiéndoles acceder a la justicia. Desde su inicio, más de 2,000 vecinos han recibido orientación en casos como violencia familiar y demandas por alimentos. Por su parte, el consultorio psicológico ha beneficiado a más de 670 personas con servicios de prevención, promoción e intervención en salud mental, abordando temas como crianza, relaciones familiares, manejo emocional, autoestima y orientación vocacional.
4. Redes de voluntariado de impacto
Apoyo a adultos mayores, acompañamiento a mujeres emprendedoras, atención a familias en situación de vulnerabilidad. Estas son algunas de las acciones concretas en las que participaron más de 2500 estudiantes universitarios a través de los programas de voluntariado organizados por el Centro de Sostenibilidad y diversas facultades. Entre los programas en los que participaron los voluntarios se incluyen Ventanilla Emprende, el programa de Ollas Comunes, Cocinas y Saludables, Manos que Cuidan en colaboración con la institución Fe y Alegría, Futuras Líderes Tecnológicas, el Programa de Mentoría Financiera y Aventura del Aprendizaje, entre otros.



