Becaria del Pronabec es parte de una importante investigación que hará posible la aplicación de una eficiente biotecnología en beneficio de nuestro suelo peruano.
¿Pueden los microbios remediar un suelo contaminado? Marlith Trigoso Sánchez, estudiante del último ciclo de Ingeniería Ambiental en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), comprobó que sí, gracias a su paciente trabajo junto a un grupo de investigadores de esta casa de estudios. Se trata de la biorremediación, una tecnología que utiliza con éxito las habilidades de estos pequeños seres para eliminar restos de hidrocarburos, como el combustible diésel.
Si bien este proceso biotecnológico ya se viene desarrollando en otras partes del mundo, los académicos peruanos han logrado hacer las primeras pruebas exitosas de dicha tecnología con suelo de la ciudad de Lima, lo que posibilita su aplicación en nuestro territorio.
“Los microorganismos son protagonistas de la biorremediación”, dijo Marlith Trigoso, ganadora de la Beca Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec), del Ministerio de Educación. El estudio realizado en los laboratorios de la UNI ha logrado identificar los nombres exactos de estos microbios, capaces de eliminar restos de hidrocarburos, específicamente, en el suelo de la costa peruana; algunos de ellos son Bacillus sp y Bacillus megaterium. Pero eso no es todo, se ha identificado también las condiciones idóneas bajo las que pueden potenciar su trabajo.
“En el 2019 tuvimos información de que, en Lima Metropolitana, cuando se cierran los grifos que venden diésel, y que tienen tanques cisternas enterrados, casi todos presentan pequeñas rajaduras por las que sale el combustible al suelo”, indicó Pedro Ramos Matías, docente de la Facultad de Ingeniería Ambiental de la UNI y jefe de esta investigación llamada: “Aplicación de sistemas de inmovilización de microorganismos del suelo para remediar suelos contaminados con hidrocarburos”.
Señaló que se está contaminando gran parte del subsuelo de Lima Metropolitana y de todo el país por esta actividad. “Podemos tener un grifo cerca de nuestra casa, y en unos meses o años deja de funcionar; luego puede ser una vivienda, edificio, centro comercial, y no se ha realizado la respectiva limpieza del suelo y subsuelo contaminado”, agregó. De ahí que iniciaron una búsqueda en las investigaciones de otros países para saber qué tecnologías se están usando más en la eliminación de los restos de hidrocarburos que contaminan el suelo.
Son también parte de este equipo de investigadores de la UNI Lizbeth Palacios Quinteros, coinvestigadora; y así como Marlith Joany Trigoso Sánchez, los estudiantes Rocío Ivetthe Huaman Aguilar y Marvin Grandez Palacios, quienes participaron en la parte experimental en los laboratorios, realizando la siembra de microorganismos, las pruebas, análisis y muestreos.
De la teoría a la práctica en el cuidado del medioambiente
Marlith Trigoso, quien nació en el distrito de Cheto, provincia de Chachapoyas, Amazonas, no había podido realizar prácticas de laboratorio debido a la pandemia. Cuando se enteró de la convocatoria de su facultad, en la que se solicitaba el apoyo de estudiantes de los últimos ciclos para un proyecto de biorremediación de suelos contaminados con hidrocarburos, no dudó en apuntarse. Luego de un proceso de selección, se unió al equipo en el año 2022.
“Quería pasar de la teoría a la práctica. Tener este contacto con el mundo de lo pequeño me ha sorprendido. Ver, por ejemplo, que en tan poca cantidad de suelo existan tanta cantidad de seres vivos; y me alegra, además, entender que desde la ingeniería ambiental sí es posible dar solución a los problemas relacionados al medioambiente. Creo que mi aporte, aunque pequeño, está ayudando”, refirió la becaria.
Los microorganismos están en el aire, en el suelo, en el agua y en nosotros mismos. Entre el 1 % y el 3 % del peso de las personas son microbios. “Los microbios transforman diariamente este planeta. Hay microbios que desde hace millones de años viven en el suelo. Simplemente estamos usando esta dinámica de ecosistemas para llegar a la degradación del diésel y así remediar”, puntualizó el docente Pedro Ramos.
La metodología que se utilizó en esta investigación fue medios de cultivo, para observar las comunidades de microbios, luego de aislarlos del suelo contaminado con diésel, a los que se les añadió surfactantes químicos. Los resultados fueron favorables. Se verificó que el aserrín —desperdicio de la madera— es el mejor medio de soporte para que crezcan estas comunidades de microorganismos. “Nosotros tenemos un banco de fotografías, de una serie de evaluaciones de crecimiento; y también a nivel de microscopía, ya identificados algunos géneros de microbios, para verificar lo que estamos diciendo”, puntualizó el investigador de la UNI.
En este momento el grupo de investigadores peruanos se encuentra en el proceso de análisis de los resultados obtenidos y en la escritura del artículo científico con el que van a compartir estos conocimientos al mundo.
“Ser parte de este proyecto de investigación te hace sentir que estás estudiando una carrera que está aportando en brindar soluciones para un país mejor”, enfatizó Marlith Trigoso, y animó a otros jóvenes a involucrarse en temas de investigación y sorprenderse, como ella, en la observación a detalle de las distintas formas de vida de nuestro planeta.