Con el regreso a clases, muchos padres se enfrentan a la tarea de adquirir el calzado escolar para sus hijos. Sin embargo, más allá de la estética y el precio, es esencial considerar la salud de los pies de los niños. Un calzado mal ajustado o de baja calidad puede ocasionar una serie de problemas a largo plazo, como deformidad de pies y dedos, alteraciones en uñas, trastornos en la forma de caminar, dolores musculoesqueléticos en extremidades inferiores, lesiones en la piel, entre otros.
La Dra. Luz Bautista Chirinos, médico rehabilitadora del Departamento de Investigación, Docencia y Rehabilitación Integral en Amputados, Quemados y Trastornos Posturales del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) “Dra. Adriana Rebaza Flores” Amistad Perú-Japón, del Ministerio de Salud (Minsa), recalca que un calzado adecuado no solo garantiza comodidad, sino también el bienestar físico de los menores durante todo el año escolar.
En ese sentido, la especialista recomienda prestar especial atención a factores como el tipo de suela, la plantilla, el material del calzado y, sobre todo, la talla correcta. Esto puede hacer la diferencia entre un inicio de clases sin contratiempos y el surgimiento de problemas severos que afecten la salud podológica de los pequeños.
“El calzado tiene que tener la puntera ancha y ovalada para evitar que se limite el movimiento de los dedos. El taco no puede ser muy alto, porque todo el peso del cuerpo se iría a la parte anterior del pie. El enfranque, que es la parte de la suela del calzado que se encuentra entre la planta y el tacón, debe ser rígido para evitar que el calzado se deforme; la suela que es una parte importante del calzado tiene ser flexible, no puede ser pesada porque alteraría la marcha del niño, debe, además, ser antideslizante”, explica.
Luz Bautista agrega que en el caso de que el niño presentara alguna dificultad en la estructura del pie, el médico podría indicar calzado con caña alta y contrafuerte reforzado, ambas son estructuras que dan estabilidad media lateral al calzado.
Con respecto al material y talla del calzado escolar, señala que de preferencia el calzado debe ser de cuero, porque favorece la ventilación de los pies, evita la aparición de hongos y bacterias y tiene alta durabilidad.
“La talla puede ser de medio a un número más como máximo, para evitar que este se salga del pie y dificulte el normal desarrollo de las actividades del menor. El interior del calzado debe ser acolchado y contar con un arco ortopédico. Además, tiene que llevar pasadores para graduar adecuadamente el ajuste”, sostiene.
Finalmente, la Dra. Bautista Chirinos recuerda que se debe considerar cambiar anualmente el calzado durante la época escolar, puesto que los niños están en permanente periodo de crecimiento hasta los 18 años aproximadamente.
